Si puedes crear un lugar especial…un pequeño templo o rincón en la casa donde puedas meditar diariamente…entonces no uses ese rincón para ningún otro propósito…porque cada propósito tiene su propia vibración.
Utiliza ese rincón sólo para meditar y nada más.Entonces el rincón se cargará y esperará por ti diariamente…el rincón te será de ayuda.El ambiente creará una vibración particular, una atmósfera particular en la cual podrás ir más y más profundo con mayor facilidad.
Esa es la razón por la cual los templos, las iglesias y las mezquitas fueron creadas: sólo para tener un lugar que existiera únicamente para la oración y la meditación.
Si puedes escoger una hora constante para meditar, eso también es muy beneficioso, porque tu cuerpo y tu mente son un mecanismo.Si diariamente almuerzas a una hora determinada, tu cuerpo comienza a pedir comida a esa hora. A veces, hasta puedes jugarle trucos.
Si almuerzas a la una de la tarde y el reloj dice que ahora es la una, tendrás hambre aunque el reloj esté equivocado y sean sólo las once o las doce. Miras el reloj: este indica la una y de repente sientes hambre.Tu cuerpo es un mecanismoTu mente es también un mecanismo.
Medita cada día en el mismo lugar, a la misma hora y crearás un hambre de meditación dentro de tu cuerpo y mente.Cada día, en ese momento en particular, tu cuerpo y mente te pedirán que medites. Te será de ayuda…se crea en ti un espacio que se convertirá en hambre, en sed.
Al principio es muy bueno.
A menos que llegues al punto en que la meditación se ha vuelto algo natural y puedes meditar en cualquier lugar…en cualquier sitio…a cualquier hora…hasta ese momento, usa esos recursos mecánicos del cuerpo y de la mente como ayuda.
Apagas la luz, has encendido un tipo determinado de incienso en el cuarto, tienes ropas determinadas, una atmósfera determinada, una suavidad determinada, tienes una alfombra determinada, asumes una determinada postura.
Todo esto ayuda, pero no lo produce.Si alguna otra persona hace estas mismas cosas, puede que se conviertan en un obstáculo.Uno debe hallar su propio ritual.
Un ritual tiene simplemente el propósito de ayudarte a estar relajado y a esperar. Y cuando estás relajado y a la espera, la cosa sucede. Tal como el sueñoDios viene a ti…tal como el amor, Dios viene a ti No te lo puedes proponer, no lo puedes forzar.
OSHO