domingo, 25 de enero de 2015

NO TRATO DE DECIR NADA; ESTOY TRATANDO DE MOSTRAR ALGO.

 
 
 
 
 
ACTUALMENTE, LA VIDA MISMA ES ALGO QUE NO TIENE VALOR.
 
EL VALOR HA DE SER DECIDIDO POR ESOS TONTOS QUE GOBIERNAN EL MERCADO.
 
ELLOS SON LOS QUE JUZGAN.
 
ELLOS DECIDEN.
 
DE ESTA FORMA SIEMPRE ESTARÁS ABURRIDO.
 
SI DESEAS ALCANZAR LA FRESCA CORRIENTE DE LA CONSCIENCIA,
ABANDONA LA PERSONALIDAD Y LOS VALORES QUE CONLLEVA.
 
¡VUÉLVETE DE NUEVO UN NIÑO!
 
DE ESTO TRATA LA MEDITACIÓN:
DE VOLVERSE COMO UN NIÑO OTRA VEZ
 Y OBSERVARLO TODO CON FRESCURA EN LOS OJOS.
 
OBSÉRVALO TODO DE NUEVO CON UNA NUEVA CONSCIENCIA
Y LOS ÁRBOLES SERÁN MÁS VERDES
 Y LAS FLORES SERÁN MÁS ROJAS
Y EL SOL SERÁ UN NUEVO SOL CADA MAÑANA
 Y LAS ESTRELLAS...
ENTONCES SE CONVERTIRÁN EN ALGO INFINITAMENTE VALIOSO.
 
PERO SU VALOR NO ES EL DEL MERCADO;
ES EL DEL CORAZÓN.
 
Y ENTONCES ESCÚCHAME.
 
ENTONCES NO TE ESTARÉ HABLANDO;
ÉSAS NO SERÁN SIMPLES PALABRAS QUE TE ESTÉ DIRIGIENDO.
 
SI ATIENDES AL CONTENEDOR, A LAS PALABRAS,
TE ABURRIRÁS.
 
PERO SI ESCUCHAS EL CONTENIDO, TE SUMIRÁS EN UN PROFUNDO ÉXTASIS,
ESTARÁS EXTÁTICO.
 
NO HABLO POR HABLAR.
 
NO TENGO NINGÚN MENSAJE QUE ENTREGAR A TRAVÉS DE LAS PALABRAS, PERO NO HAY OTRA FORMA DE INDICARLO.
 
NO TRATO DE DECIR NADA;
ESTOY TRATANDO DE MOSTRAR ALGO.
 
ESO NO SON PALABRAS;
ESAS PALABRAS TRANSPORTAN MI SILENCIO.
 
ESAS PALABRAS SON SÓLO EL CONTENEDOR.
 
NO TE PREOCUPES DE LOS CONTENEDORES;
ATIENDE AL CONTENIDO.
 
ESTAS PALABRAS ESTÁN VIVAS,
 LLEVAN EL LATIDO DE MI CORAZÓN.
 
TE LAS ENTREGO COMO UN REGALO.
 
NO SON DOCTRINAS;
 COMO MÁXIMO, PUEDES LLAMARLAS POESÍA.
 
A LO SUMO PUEDES DECIR DE MÍ QUE SOY UN BUEN CUENTA CUENTOS,
ESO ES TODO.
 
NO SOY UN FILÓSOFO, NI UN TEÓRICO, NI UN TEÓLOGO.
 
POSEO ALGO EN MI INTERIOR Y ME GUSTARÍA COMPARTIRLO CONTIGO.
 
PERO DEBIDO A QUE NO ERES CAPAZ DE COMPRENDER EL SILENCIO,
ME VEO OBLIGADO A UTILIZAR PALABRAS.
 
UNA VEZ ESTÉS PREPARADO PARA COMPRENDER MI SILENCIO,
ABANDONARÉ LAS PALABRAS.
 
ENTONCES MIRARÉ EN TU INTERIOR.
 
PERO AHORA MISMO NO ESTÁS EN CASA.
 
SI MIRO EN TI, NO HAY NADIE;
 POR ESTO TENGO QUE LLAMAR CON FUERZA.
 
MIS PALABRAS NO SON MÁS QUE GOLPES SOBRE TU PUERTA
 PARA QUE ASÍ PUEDAS LLEGAR A CASA.
 
ACEPTA MI REGALO.
 
TE CONTARÉ UNA HISTORIA.
 
SUCEDIÓ.
 
UN GRAN MAESTRO JASIDA GUARDABA SIEMPRE UN GRAN LIBRO CON ÉL, Y NUNCA LE PERMITÍA A NADIE LEERLO.
 
CUANDO SE ENCONTRABA SOLO, CERRABA VENTANAS Y PUERTAS.
 
Y LA GENTE PENSABA,
"AHORA LO ESTÁ LEYENDO".
 
SIEMPRE QUE ESTABA CON ALGUIEN, OCULTABA EL LIBRO.
 
Y ERA ALGO PROHIBIDO, NADIE PODÍA TOCARLO.
 
EVIDENTEMENTE TODO EL MUNDO SENTÍA UNA GRAN CURIOSIDAD.
 
CUANDO MURIÓ, LO QUE HICIERON LOS DISCÍPULOS...
SE OLVIDARON DEL VIEJO MAESTRO.
 
ESTABA ALLÍ MUERTO, PERO NO HABÍA NADIE PARA PROHIBIRLES NADA.
 
SE LANZARON SOBRE EL LIBRO.
 
DEBÍA DE CONTENER ALGO TREMENDAMENTE IMPORTANTE.
 
PERO SE QUEDARON EXTRAORDINARIAMENTE DESENCANTADOS.
 
SOLAMENTE HABÍA UNA PÁGINA ESCRITA Y EL RESTO DEL LIBRO ESTABA EN BLANCO.
 
Y EN ESTA PÁGINA, TAMPOCO HABÍA DEMASIADO;
SÓLO UNA FRASE.
 
Y LA FRASE ERA,
"CUANDO PUEDAS DISTINGUIR ENTRE EL CONTENEDOR Y EL CONTENIDO, TE HABRÁS VUELTO SABIO".
 
OSHO