miércoles, 21 de noviembre de 2012

MOVERTE CONSCIENTEMENTE.. TAMBIEN ES MEDITACIÓN







Deja que tu meditación sea más y más de movimiento.
 

Por ejemplo, correr, nadar o bailar pueden ser una meditación hermosa.
 

La consciencia debe añadirse al movimiento.
 

Movimiento más consciencia:
ésa es la fórmula para ti.
 

Corre, pero con plena consciencia;
mantente alerta.
 

Es natural y fácil mantenerse alerta mientras estás en movimiento.
 

Cuando estás sentado en silencio, lo natural es dormirse.
 

Cuando te encuentras acostado en la cama es muy difícil mantenerse alerta porque toda la situación ayuda a quedarse dormido.
 

Pero, naturalmente, en el movimiento no te quedas dormido.
 

Estás más alerta.
 

El único problema es que el movimiento puede hacerse mecánico.
 

Puedes estar corriendo mecánicamente.
 

Puedes convertirte en experto, en un corredor profesional;
entonces no hay necesidad de estar alerta.
 

El cuerpo sigue corriendo como un mecanismo, un autómata;
entonces se pierde la auténtica finalidad.
 

Nunca te conviertas en un experto en correr.
 

Sigue siendo un aficionado, de modo que permanezcas en estado de alerta.
 

Si alguna vez sientes que correr se ha vuelto automático, déjalo.
 

Intenta nadar.
 

Si esto también se vuelve automático, entonces baila.
 

Lo que hay que recordar es que el movimiento sólo es una situación para crear consciencia.
 

Mientras cree consciencia es bueno;
si deja de crear consciencia ya no sirve.
 

Cambia a otro movimiento donde tengas que estar alerta otra vez.
 

Nunca dejes que ninguna actividad se vuelva automática.
 


OSHO


 

martes, 14 de agosto de 2012

PARA RECUPERAR TU CENTRO







Me gustaría ofrecerte una técnica.

Se trata de una técnica muy sencilla, aunque al principio parezca muy difícil.

Si lo intentas, verás que es muy sencilla.

Si en lugar de intentarlo sólo hablas de ella, parecerá muy difícil.

La técnica se basa en hacer sólo aquello que disfrutas.

Si no disfrutas, no lo hagas.

Inténtalo, porque el disfrutar es algo que sólo procede de tu centro.

Cuando estás haciendo algo y lo disfrutas, empiezas a reconectarte con el centro.

Cuando haces algo que no disfrutas, estás desconectado del centro.

El gozo surge del centro y sólo del centro.

Así pues, deja que ése sea el criterio y sé fanático al respecto.

Si vas caminando por la calle y, de repente, te das cuenta de que no estás disfrutando el paseo, se acabó; eso es algo que no hay que hacer.

El gozo es el sonido de estar centrado.

Cuando no estás disfrutando de algo, estás fuera de centro.

No lo fuerces; no es necesario.

Y si la gente piensa que estás loco, deja que lo piense.

En unos días descubrirás por experiencia propia que estabas perdiéndote a ti mismo.

Hacías mil y una cosa que nunca disfrutabas y, aun así, las hacías porque te enseñaron a hacerlas.

Simplemente estabas cumpliendo con tu deber.


OSHO

miércoles, 25 de abril de 2012

TECNICAS PARA COMENZAR...




Lo primero es estar en una posición muy relajada;
relajado en una posición que sea fácil para ti.


Empieza con cualquier postura que te resulte fácil ahora mismo.


No luches con la postura.


Puedes sentarte en un sillón y relajarte.


Lo único importante es que tu cuerpo esté en un estado relajado.


Así que cierra los ojos y siente todo tu cuerpo.


Empieza por las piernas, siente si hay alguna tensión o no.


Si sientes que hay alguna tensión, haz una cosa, ténsala más.


Si sientes que hay alguna tensión en la pierna derecha, haz que esa tensión sea lo más intensa posible.


Llévala a un cenit; luego, de repente, relájala para poder sentir cómo se asienta allí la relajación.


Luego recorre todo el cuerpo buscando en todas partes alguna tensión.


Cada vez que sientas la tensión, ténsala más, porque es fácil relajarla cuando es intensa.


De modo que si sientes alguna tensión en la cara, tensa los músculos de la cara todo lo que puedas, crea tensión y llévala a un cenit.


Llévala a un punto en el que sientas que no es posible más; entonces, de repente, relájala.


De esta forma, haz que todas las partes del cuerpo, todos los miembros del cuerpo, estén relajados.


Y pon especial atención en los músculos de la cara, porque cargan con el noventa por ciento de las tensiones; el resto del cuerpo sólo carga con el diez por ciento.


Todas las tensiones están en la mente, de modo que la cara se convierte en el almacén.


Hazlo durante cinco minutos para que puedas sentir que cada miembro de todo el cuerpo está relajado.


Lo segundo, cuando sientas que el cuerpo ha alcanzado una postura fácil, no le des demasiada importancia.


Simplemente siente que el cuerpo está relajado; luego, olvídate del cuerpo.



OSHO


miércoles, 1 de febrero de 2012

LA MEDITACIÓN ES UN UN JUEGO.. PERO.. SOLO LOS NIÑOS SABEN JUGAR



Para mí, la meditación es un juego, una diversión; no es un trabajo.

Pero para ti sigue siendo un trabajo; piensas desde el punto de vista del trabajo.

Será bueno comprender la distinción entre trabajo y juego.

El trabajo se orienta a un fin; no es suficiente en sí mismo.

Debe conducir a alguna parte, a alguna felicidad, a alguna meta, a algún fin.

Es un puente, un medio.

En sí mismo no tiene sentido.

El sentido está oculto en la meta.

El juego es totalmente diferente.

No tiene ninguna meta, o es la meta en sí mismo.

La felicidad no está más allá de él, fuera de él; estar en él es ser feliz.

No te proporcionará ninguna felicidad fuera de él, no hay ningún sentido fuera de él; todo lo que hay es intrínseco, interno.

Juegas, no por ninguna razón, sino porque lo disfrutas ahora mismo.

No tiene ningún propósito.

Es por eso que sólo los niños pueden jugar realmente; cuanto mayor te haces, menos capaz eres de jugar.

Debido a más y más propósito, preguntas más y más por qué, por qué deberías jugar.

Te vas orientando más y más a un fin, hay que lograr algo con ello; no tiene sentido en sí mismo.

El valor intrínseco pierde sentido para ti.

Sólo los niños pueden jugar, porque ellos no piensan en el futuro.

Pueden estar aquí intemporalmente.

El trabajo es tiempo; el juego es intemporal.

La meditación debe ser como un juego, no orientada a un fin.

No debes meditar para lograr algo, porque entonces es totalmente irrelevante.

No puedes meditar en absoluto si estás meditando para algo.

Sólo puedes meditar si estás jugando con ello, si es bello en sí mismo.

La meditación por la meditación misma...

Entonces se vuelve intemporal.

Entonces el ego no puede surgir.


OSHO