viernes, 11 de noviembre de 2011

OBSERVANDO TU RESPIRACIÓN




La respiración cambia continuamente con tus emociones.

Cuando estás enfadado, tu respiración es descompasada, asimétrica.

Cuando estás lleno de deseo sexual, tu respiración es casi loca.

Cuando estás calmado y tranquilo, alegre, tu respiración tiene una cualidad musical: tu respiración es casi una canción.

Cuando te sientes en casa en la existencia, cuando no tienes deseos y te sientes contento, de pronto la respiración casi se detiene.

Cuando estás en un estado de sobrecogimiento, de asombro, la respiración se detiene por un momento.

Y esos son los grandes momentos de la vida, porque solo en esos momentos en los que la respiración casi se detiene estás en absoluta armonía con la existencia: estás en Dios y Dios está en ti.

Tu experiencia de la respiración tiene que ser más y más profunda, escudriñada, observada, vigilada, analizada.

Date cuenta de cómo cambia tu respiración con tus emociones, y viceversa, cómo cambian tus emociones con tu respiración.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

NO PRACTIQUES VIPASSANA DESPUES DEL ATARDECER


Si te sientes muy adormilado mientras meditas,
entonces empieza a observar tu respiración
y el adormecimiento desaparecerá.

Ésa es la razón por la que muchos monjes budistas
que hacen vipassana empiezan a padecer de insomnio.

He encontrado muchas personas que padecían de insomnio porque practicaban vipassana y no eran conscientes de ello:
si observas tu respiración, se arruina tu sueño.

De manera que a mis sannyasins les digo:
no practiquéis nunca vipassana durante más de dos
o tres horas al día, y esas tres horas deberían ser
entre el amanecer y el atardecer,
nunca después del atardecer.

Si practicas vipassana por la noche perturbarás tu sueño,
y perturbar el sueño es perturbar todo el mecanismo corporal.

Observa tu respiración cuando te sientas adormilado
en la meditación.

Y nunca hagas ese tipo de meditaciones por la noche.

OSHO


martes, 26 de julio de 2011

ALGO ENTRE TÚ Y EL COSMOS (Clickear MOMENTOS DICHOSOS)





Normalmente, las personas que son infelices,
ansiosas, tensas, nerviosas, intentan hacer meditación,


pero les resulta muy difícil entrar.

Piensas en la meditación cuando te sientes herido,
enfadado, triste, pero eso es como ir
contracorriente y será difícil.

Los momentos adecuados
en los que la puerta está muy cerca
son los momentos en que estás feliz, amas,
y te sientes como si estuvieras flotando.

Bastará con que llames una vez.
De repente, una mañana te sientes bien,
sin ninguna razón aparente.
Debe de haber ocurrido algo
en lo más profundo de tu conciencia.

Debe de haber ocurrido algo entre tú y el cosmos,
cierta armonía, quizá haya ocurrido por la noche,
cuando estabas profundamente dormido,
y por la mañana te sientes bien;
no desperdicies ese momento.

Tan solo unos cuantos minutos de meditación
supondrán más que unos días de meditación
cuando te sientes desgraciado.

O de repente por la noche,
mientras estas tumbado en el cama
y te sientes como en casa... todo lo que te rodea
es confortable, la calidez de la cama...

Siéntate durante cinco minutos,
no desperdicies ese momento.
Cada vez que haya cierta armonía, utilízala,
cabalga en ella, y esa ola te llevará muy lejos,
mucho más lejos de lo que puedas ir
por tus propios medios,
así que ahora aprende a utilizar
esos momentos dichosos.





OSHO
















domingo, 15 de mayo de 2011

EL OÍDO ES UNA PUERTA

El oído es la parte femenina de tu cuerpo,

igual que el ojo es la parte masculina de tu cuerpo.


Igual que el ojo es extrovertido,

el oído es introvertido.


Por eso hay dos tipos de meditaciones en el mundo: meditaciones que se ocupan de la energía del ojo

y meditaciones que se ocupan de la energía del oído.


Las meditaciones que se ocupan de la energía del oído son meditaciones femeninas, pasivas:

solo tienes que escuchar, sin hacer nada.


Escuchas a los pájaros, el viento que pasa por los pinos o alguna música, o el ruido del tráfico;

simplemente escuchas, sin hacer nada,

y llega un gran silencio,

una gran paz empieza a descender,

a irradiar sobre ti.


Desde el oído es más fácil que desde el ojo.
Es más fácil con el oído porque el oído es pasivo,

no-agresivo: no puede hacer que suceda nada,

solo puede dejar que suceda.


El oído es una puerta: permite.




OSHO

domingo, 30 de enero de 2011

QUITATE LOS ZAPATOS...

Cuando intentes meditar,
desconecta el teléfono y desvincúlate de todo.

Y cuando entres en la sala de meditación,
quítate los zapatos,
porque estás pisando suelo sagrado.

Y no sólo debes quitarte los zapatos,
quítate también cualquier preocupación
que lleves encima.

Déjalo todo con los zapatos,
conscientemente.

Ve hacia dentro libre de ocupaciones.

Uno se puede tomar una hora de cada veinticuatro.

Entrega veintitrés horas a tus ocupaciones,
deseos, pensamientos, ambiciones, proyecciones.

Pero tómate una hora en medio de tus ocupaciones,
y al final descubrirás que ésa
ha sido la hora más real de tu vida;
las otras veintitrés horas
han sido puro desperdicio.
Sólo se salvará esa hora,
las demás se habrán echado a perder.
OSHO